viernes, 2 de diciembre de 2011

Sugata Mitra



Sugata Mitra, educación mínimamente invasiva

>
Por Doris Obemair

>
Tras casi nueve años de experimentos y trabajo de campo en zonas pobres
> y rurales de su país natal, el científico indio Sugata Mitra,

> actualmente profesor de tecnología de la educación en la Universidad de

> Newcastle, llegó a una atrevida hipótesis: en el siglo XXI, y dada la

> limitación de recursos pedagógicos en ciertas zonas del mundo, grupos

> de niños podrán saltarse todo el ciclo escolar con el uso de

> ordenadores e Internet. Mitra nos explica también su punto de vista

> sobre cómo Internet está cuestionando los principios educativos en los

> países en vías de desarrollo y cómo esto afectará al futuro de las

> economías desarrolladas.

>

> En 1999, Sugata Mitra puso un ordenador

> de alta velocidad en un muro, lo conectó a Internet y se sentó a

> observar quién lo usaba, si es que alguien lo hacía. Ese muro separaba

> el moderno distrito de TI de Delhi, con sus oficinas del siglo XXI, de

> una barriada. Los primeros que se sintieron atraídos por la máquina

> fueron los niños de ese barrio pobre. Cuando preguntaron: «¿Lo podemos

> tocar», el científico les respondió: «¡Claro! ¡Está en vuestro lado del

> muro!». Así empezó el proyecto Hole in the

> Wall (agujero en el muro), como un

> simple experimento que intentaba responder a una pregunta muy sencilla:

> ¿pueden los niños aprender a usar un ordenador por sí mismos?

>

> «Un profesor que pueda ser reemplazado por una máquina, ¡debería ser

> reemplazado! Así pues, en vez de proporcionarles malos profesores,

> ¡creo que es mejor que les demos máquinas!»

>

> El científico educacional dejó Delhi para irse a la remota India rural

> a fin de comprobar si niños entre 6 y 12 años que nunca habían visto un

> ordenador también serían capaces de aprender a usarlo. El primer

> problema fue dónde colocar el ordenador para que los niños lo usasen.

> «Ponerlo en la sede del gobierno local habría sido casi como ponerlo en

> la comisaría; si lo hubiésemos puesto en el colegio, el director lo

> habría cerrado bajo llave diciendo "Es demasiado caro para jugar con

> él», señala. Finalmente se decidió empotrar las máquinas en un muro a

> modo de quiosco y dejarlo al alcance de todos en un espacio público.

>

> La primera sorpresa que se llevó el científico fue ver con qué rapidez

> niños que nunca habían visto un ordenador empezaban a navegar, en

> cuestión de pocos minutos. Cuando Mitra les preguntó cómo habían

> aprendido tantas cosas sobre ordenadores, uno de los chicos le soltó:

> «¿Y qué es un ordenador?».

No hay comentarios:

Publicar un comentario